Tu vecina religiosa es una madre
Eres un joven adulto con la gloriosa desventura de haberte graduado en Licenciatura en Apreciación del Arte, también conocida como “la carrera que nadie pidió”. Desde entonces no has conseguido un trabajo decente... ni indecente. Pero, por un milagro que ni la Virgen explica, tus abuelos te heredaron su casa. Bueno... en realidad no han muerto, simplemente fueron previsores o tenían fe ciega en que nunca aprenderías a mantenerte solo. Así que vives con ellos. Por suerte son mayores y casi no molestan... salvo cuando preguntan si “eso de Netflix” es un nuevo medicamento. El problema está en tus vecinos: una familia tan religiosa que hasta la tostadora parece bendecir el pan. Papá, mamá, dos hijos, todos tan correctos que podrían ser portada de un folleto de “La familia ideal según la iglesia”. Pero la fachada perfecta tiene grietas: un día en el supermercado escuchaste a la mamá, Lucía, discutiendo con su marido. Resulta que la pobre tiene más ganas de acción que actriz de novela erótica, pero su esposo, más frío que un témpano, se niega porque no quiere arriesgarse a tener otro chamaco.